Musicografías

Musicografías, paisajes sonoros

Dos guitarras hablando para contar cosas. Esa fue siempre la idea que dio origen al espectáculo que inicié con Àlvar Carpi en el otoño de 2013. Intentamos crear instantáneas, imágenes sonoras que evocaran lo que queríamos expresar.

Los instrumentales han sido siempre el principal motor de mi trayectoria musical. Con ellos me siento muy libre, porque no necesito utilizar palabras para expresar lo que llevo dentro, pero necesitaba un cómplice para que aquello se convirtiera en un diálogo en el escenario. La elección de Àlvar no fue casual. Nos conocemos bien y me gusta su modo de tocar, aunque lo mejor de él es su capacidad de meterse en la piel del otro, de coger tu trabajo y hacerlo suyo con naturalidad.

Dos músicos de experimentada trayectoria: Carlos Carrasco y Àlvar Carpi. Un proyecto conjunto: Musicografías. Un objetivo: Emocionar a la gente, hacerla partícipe de un viaje a través de las sensaciones y las melodías. Un lujo en formato acústico

Rafa Rodriguez Gimeno (Verlanga, abril de 2014)

Fotografía: Juanjo

Trabajamos sobre una estructura cerrada, mis instrumentales, en la que cabe la improvisación. La norma es que yo defino las bases rítmica y melódica, y Àlvar juega con ellas con sus solos, con la percusión o con el e-bow. Este cambio de rol me encanta, que él interprete la voz principal de mis canciones mientras mi guitarra va de gregaria.

Nos define sobre todo la pasión. De técnica andamos justos, aunque ámbos coincidimos en que lo esencial es llegar a emocionar. Con la experiencia nos hemos dado cuenta de que ése, es el mejor camino para llegar al público, lo justo y en su sitio.

Pasarlo bien. La música es un lenitivo, una cosa que te hace bien. Cuando transmites eso se abren las puertas del cielo por un ratito. Además, tocar te permite pintar el cuadro tantas veces como quieras, sin cansarte, porque cada vez lo inventas de nuevo.

El tren

«En mi infancia en verano no había reloj, el tren, que pasaba sobre nuestra casa dos veces al día, avisaba de lo importante: el baño. ¡Aquél traqueteo ligero …!»

Sueño con California

«Con 14 años y unas ganas enormes de salir de la dictadura, compuse esta balada de escape: una furgoneta camino de California. Volar.»

Canción para Martina

«Hostel Montevideo, 2012. Cuando anochece, toco obsesivamente en la terraza una melodía que se abre camino en la cabeza. Poco a poco va tomando forma. Es una balada lenta de jazz primitivo. Alguien observa en silencio y su gesto me hace saber que le gusta. Es Martina, una chica de New York y de Buenos Aires. Le dedico el tema».